domingo, 12 de septiembre de 2010

Veneno



La anestesia es tan simple en mi mente
la razones tan adecuadas en el cerebro.
Todo aquel humo se consume
todo el fuego se vuelve cenizas, cubriendo las palabras inconscientes que fluyen por las paredes.

El líquido abrumador, lo que ahoga mi garganta.

En el estado complaciente de mis memorias.
Así como aquellas veces en que me senté a escuchar,
así como tantas veces que creí escuchar,
así como tantas veces que te necesité.
El comienzo del río en mi propia razón
el termino del desvarío en las espaldas de las personas
y lo revives dos o mas veces para quererlo escuchar, para quererlo oír, para ver como se destruye, para observarlo huir...


Se consume tan lento me va sedando las ganas de ver... de creer poder ver, de creer una vez mas.
Se pierde tan sublimemente que no logro sentir...
Que ya no puedo avanzar.

Me mordió la suerte y no la pretendo soltar.

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