miércoles, 6 de octubre de 2010

La calle de las brujas II ( Sin Preguntas)


¿Y que escondes tras esos ojos? - me preguntó con voz de parecer verdaderamente interesado, pero en su interior solo deseaba parecer un poco más seductor que de costumbre, aunque la verdad, no era la primera vez que alguien me cuestionaba con estas palabras.
Quizá la pregunta correcta hubiera sido otra, una muy diferente a la que su boca articuló, simplemente solo por que se expreso mal, no me voy a negar a responderla.
Nunca escondí nada, ni lo hago... tampoco pretendo hacerlo alguna vez, creo en la verdad, y espero que eso se refleje en mi mirar.
 Es solo que el tiempo cubre de polvo las cosas, y para algunas personas es más difícil poder distinguir el color del alma a través de los años.
No escondo nada, ni creo que sea necesario hacerlo. Pero si creo que en mi mirada no es fácil encontrar una respuesta, quizá, por la poca disposición a que conozcas mi vida.
Aún así, te puedo afirmar que cada linea de mi mano, cada célula de mi cuerpo, cada latir de mi corazón, cada cabello y cada centímetro, revelan insinuosamente todos los pasos que he dado, los caminos en los que estado, las personas a quienes he abrazado y cada esencia que he respirado.
Llevo más tiempo y vida recorrido en mis ojos que en todo mi cuerpo, todos los hacemos, nos dedicamos  a observar y robar situaciones y ocasiones a través de ellos. Se van llenado de polvo, se van apilando las imágenes, y por cada segundo que pasa, es más difícil encontrar una completamente real...

Así de difusas son, atrayentes, así de transparentes como se las lleva el mar, los sueños se reflejan a través de nuestros ojos, se vuelven verdaderos cuando me mires y los logres encontrar.

- Creo que mejor ya no debes preguntar nada,  sólo dame tu mano, y me conocerás - le dije tiernamente, esperando que el silencio se instaurara en nuestro andar.

La calle de las brujas I (Descripción de un alma)

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