lunes, 25 de abril de 2011

Recuerdos

Las huellas se encuentran disueltas en una percepción casi perfecta a contra luz con tu silueta. Cada espacio en tu boca azucarada cobra más vida en mi intención. El enfoque que conlleva las miradas en la noche y en el mar se revela constante la osadía con que algún día surgió cada emoción. Entonces caminé en un espejo persistente en su forma, entonces cada sentimiento plasmado entre negativos, entre fotografías manchadas, en los recuerdos borrados, la película gastada ahora era recordada como una agresión y transgresión. La causa relativa y compleja que se trataba de olvidar, surgió entre tanta sal, agua y arena, que quedó plasmada para cualquiera que se atreviera a mirar.
El complejo arte de pintar el cielo nunca lo aprendí, entonces los ojos se entintaban con color, y pasó mi vida en blanco y negro, y volvió mi vida a un monótono sabor. Y se rindió salvaje la fe perdida, porque al correr se vuelven los pasos veloces, de tal manera que no se consigan grabar... y así se volvió mi vida enredada e inconstante, huyendo del recuerdo indisoluble, que no borró todo ese mar.
Entonces se volvieron heladas tus huellas, cosa poco inusual hace un tiempo atrás, porque solo se sabía de fuego en los lugares lejanos, lo que deshacía todo y no se dejaba marcar.
Remoje mi mirada en un don de colores, en la cíclica eterna de la psicodelia de mi voz, ahora solo estaba en mi cabeza, y tus paso pintados en la retina de mi interior. ahora repaso cada tono, tan helados como el alma, los recuerdos se han borrado, tan manchados, tan gastados...

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