viernes, 24 de junio de 2011

Anti.Efecto


No alcanzo a ser ni siquiera un sueño,
una ráfaga fugaz en mi memoria,
el silbido de la noche cuando duermes,
un imagen oculta entre las sombras.

No alcanzaste a ser aquella agua,
que pretendía necesitar cada mañana,
no serás la sangre que me mueve,
ni el frío que congela mis palabras.

No alcanzaste a ser lágrimas ni historia,
ni sonrisas, solo falsas en la cara,
no fuiste ni la herida, ni el dolor ni compasión,
serás solo el deseo que alguna vez me conmovió.

No seras rencores ni amores,
ni faltas ni castigos, ni miradas
un fantasma, un vil recuerdo, un cementerio,
la tierra fértil que se cansa.

La niebla que respiro cuando hablas,
ese espacio que se siente cuando faltas,
la caída libre entre mis manos
la negación constante de encontrarnos.

No alcanzo a ser ni siquiera un sueño, serás solo un momento sobre mi cama. Un aroma, un sentido, que se escapa. Un efecto, una consecuencia, una palabra.

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