sábado, 10 de abril de 2010

DeColores


Miles de colores mezclados en mis manos.
Insertados en mis venas,
me corroen, me condenan.
Mil dulces en mis dedos
se desacen en mis labios
se disuelven en mi lengua
tormenta electrizante en mi cabeza.
Y las luces ya me ciegan, ya me infectan,
fiesta eterna...
seducida por su forma,
solo me transforman.
Agujas en la punta de los dedos, atraviezan las razones de la conciencia
mientras mi mente se revuelve entre colores
se conserva solo lo sombrio de mi escencia.
Y las uñas transgreden la vergüenza
la desgarran vulnerando la desencia
me comporto de acuerdo a su concecuencia
la voluntad sometida a los efectos de su don.

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