domingo, 5 de diciembre de 2010

Sepulcros

Cubría una laguna negra todo el lugar, se encontraba sobre nosotros, goteaba el liquido color petroleo que cubría tus ojos en aquel momento, yo tomaba tu mano para no dejar que desaparecieras, nunca más.
Estábamos tan en el fondo, tan en lo profundo, tan lejos de la realidad, que ya no podíamos escapar. Observadores constantes de encuentros vacíos... en mi interior.
Nunca se desvaneció el recuerdo, al contrario, seguía oculto bajo el agua densa e insalubre de mis propios deseos. Fue lo que siempre odié de mi, fue la parte que siempre odié de mi, a la que regresaba cada noche cuando me preguntabas reiterativamente que fue lo que cambió, quizá la respuesta mas acertada era decir que yo...  Eran momentos tan poco claros, tan tornados de brillantes segundo y destellos cegadores que convertían el confuso estigma de tú cuerpo, en la sombra que no me deja en paz.

Corrí tan fuerte, tantas veces, alejándome de aquel lugar, y deje que te hundieras solo, que te convirtieras en parte de la tierra que ahora se encuentra bajo mis pies, no más sobre mi... te deje tan solo, la misma soledad que sentía contigo, la misma sensación de mis sentidos, de los que siempre fuiste dueño.

Me gustaría que entendieras que pasa, que pasó, pero no sería capaz de explicarlo porque muchas de mis preguntas aun no se responden. Siempre tu canción de fondo, la seguiré escuchando, quizá por siempre, pero ya no a tu lado...

Todas las actitudes no fueron en el tiempo indicado, y siempre hubo una oportunidad, ya es demasiado tarde, y lo que más me duele, es que tú siempre lo sentiste así, sólo fui yo la que tuvo el momento de turbiedad y alucinación en su mente, en mi corazón, en mi alma...

La sensación de escribir, sin sentir absolutamente nada, mi corazón se vació de ti... mis sensaciones ya no te buscan y por primera vez mi cabeza no te logra entender, no sé que quieres tanto de mi, pero sea lo que sea, yo ya no te lo puedo dar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario